Señor que tus ojos dicen,
Que lloran de incertidumbre
de ver morir a tus hijos,
prendiendo en las guerras lumbre,
Vuelve tus ojos señor,
que no miren a otro lado,
con semillas de tu amor,
a quien tu vida ha quitado...
Hoy los diarios predicen,
que en esta muchedumbre,
tan solo habrá amasijos,
del odio y la podredumbre,
La paz jamás se divisa,
cuando el odio se ha engendrado,
con hiel en los corazones,
Te compadezco Señor,
Porque tú los creado...
y aunque te hayan matado,
no pides explicaciones...
Carmen Patiño Fernández
Carmiña
La Coruña 27 de Enero de 2008
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